La glucosa, un tipo de azúcar que el organismo utiliza como energía. Los niveles anormales pueden ser indicadores de diabetes o de hipoglicemia (nivel bajo de azúcar).
El calcio, que desempeña un papel de importancia en la contracción de los músculos, en la transmisión de mensajes a través de los nervios y en la liberación de hormonas. Los niveles de calcio elevados o insuficientes pueden ser indicadores de un desequilibrio hormonal o de problemas en los riñones, los huesos o el páncreas.
La albúmina y proteína total, necesarias para formar y mantener los músculos, los huesos, la sangre y el tejido de los órganos. El panel metabólico completo mide específicamente la albúmina (la mayor proteína sanguínea que produce el hígado), así como la cantidad de las demás proteínas en la sangre. Los niveles bajos pueden ser indicadores de enfermedades hepáticas o renales, o de problemas nutricionales.
El sodio, el potasio y el cloruro (electrolitos), que ayudan a regular los niveles de líquidos del organismo y el equilibrio ácido-básico. También desempeñan un papel de importancia en la regulación del ritmo cardíaco, la contracción de los músculos y la actividad cerebral. Los niveles anormales también pueden estar presentes en pacientes con enfermedades cardíacas, enfermedades de los riñones o deshidratación.
La fosfatasa alcalina, las enzimas alanina aminotransferasa, y la aspartato amino transferasa, y la bilirrubina. Los primeros tres componentes son enzimas hepáticas, mientras que la bilirrubina se produce en el hígado. Las concentraciones elevadas pueden indicar una disfunción hepática.
El nitrógeno ureico en sangre (BUN) y la creatinina, que son productos de desecho de la sangre que son filtrados por los riñones. Las concentraciones elevadas en la sangre pueden ser un indicador de insuficiencia renal.