Si tienes hinchazón persistente, cambios en el hábito intestinal, cansancio inexplicado o molestias digestivas que no mejoran, podría existir una alteración en el equilibrio de tu flora intestinal (disbiosis). Aclarar la causa requiere un enfoque clínico y pruebas específicas: a continuación te explicamos cuáles son las más útiles y qué aporta cada una, según lo que ofrecemos en Cenahce Laboratorios.
El primer paso suele ser la evaluación clínica y pruebas de laboratorio general: hemograma, reactantes de fase aguda (PCR) y pruebas de función hepática, que ayudan a identificar signos de inflamación o compromiso sistémico. Complementariamente, la calprotectina fecal es una prueba no invasiva clave para distinguir procesos inflamatorios intestinales (por ejemplo, enfermedad inflamatoria intestinal) de trastornos funcionales; es un filtro útil para decidir si se requieren otros estudios endoscópicos.
Para identificar agentes infecciosos que producen síntomas persistentes, disponemos de paneles de heces y cultivo microbiológico (según indicación médica), que detectan bacterias, parásitos y algunos virus; estos estudios son esenciales cuando se sospecha una infección crónica o recurrente que altere la ecosistema intestinal.
El análisis de microbioma (Mibioma) es la herramienta más completa para caracterizar la composición bacteriana de tus heces. Con secuenciación avanzada, Mibioma identifica patrones de disbiosis que pueden asociarse a síntomas digestivos, inflamación crónica o riesgo metabólico. Sus resultados permiten a tu gastroenterólogo diseñar intervenciones dirigidas: cambios dietarios, prebióticos/probióticos específicos y seguimiento objetivo de la respuesta al tratamiento.
No todas las molestias digestivas implican disbiosis, y no hay una única prueba definitiva: la mejor estrategia combina examen clínico, calprotectina, estudios microbiológicos de heces y el perfil de Mibioma interpretado por especialistas. En Cenahce Laboratorios ofrecemos calprotectina, paneles de heces y nuestro servicio Mibioma con informes clínicos claros para tu médico.
Consulta con tu gastroenterólogo y solicita las pruebas adecuadas: diagnosticar con precisión es el primer paso para recuperar tu bienestar intestinal.